Los que tuvimos la suerte de comer uno de sus caramelos , no nos podemos olvidar del inconfundible grito de "chuenga ...chuenga " cuando hacía su aparición en cualquier cancha de fútbol o espéctaculo deportivo que fuera popular . Chuenga era el apódo que tenía José Pastor y vendía sus caramelos masticables a cambio de monedas . Por 25 cvos te daba un puñadito , por 50 uno más grande y por un peso te daba el puñado completo . Nadie se ponía a contar esos caramelos , mal embolsados con un plástico que sobraba por todos lados o a nadie se le ocurría preguntarle de que sabor eran ...porque ese Sr. era todo un personaje muy respetado y conocido en los ambientes futboleros y no futboleros .
Llevaba los caramelos sueltos en un bolsa tipo arpillera que cargaba entre sus hombros .
Tuve la suerte ( aunque sus caramelos eran durísimos ) de conocerlo en una pelea de Ringo Bonavena en el Luna tratando de abrirse paso entre la multitud que llenaba ese estadio o volverlo a ver una noche de cena en la pizzería el "Hombre de oro " de Villa Luro dónde dicen que vivía cerca y la verdad es que lo recuerdo como si fuera hoy . Sus gritos y sus caramelos han quedado registrados para siempre en el imaginario popular . El Monumental lo debe haber albergado miles de veces y sus gritos de deben haber confundido entre la multitud pero no debemos olvidarnos nunca de él , murió físicamente en el 84 pero su huella y su incansable trajín de cancha en cancha no se olvida .
Aquí en una foto con su bolsa y sus caramelos