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Pero hay una anéctoda que lo marca para toda su vida en el año 1967.
En 1967, año de gloria para Racing, René Daulte llegó al vestuario del Monumental exultante. Levantó una mano, hizo flamear un pasaje a Montevideo, una entrada para ver la final de la Copa Libertadores entre el equipo de José y Nacional, y gritó: "Mañana salimos campeones". Osvaldo Diez, el técnico de la quinta división de River, observó con un gesto duro a ese muchacho que por entonces soñaba parecerse al Mariscal Perfumo o al Coco Basile. Y, palabras más palabras menos, le dijo seriamente: "Usted va a ser un profesional y el domingo tiene que jugar una final. No puede ser hincha. Elija: el campo de juego o la tribuna". El Polaco, con su corazón racinguista hecho angustia, justo el día de la final sudamericana, se tomó un colectivo y llegó hasta el puerto. Se subió al barco a vapor, lleno de hinchas, devolvió el pasaje y se puso a llorar. Soy enfermo de Racing. De pibe, lo seguía a todos lados. Yo vi jugar a Pizzuti, Corbatta, Sosa, Mansilla, Belén... Todas las glorias. Iba a todos lados", rememora la mano derecha de Merlo. Y se emociona: "Entiendo cómo debe sentirse Chiche Arano, que es fanático de Racing. Cuando me tocó jugar para River en el Cilindro de Avellaneda, me puse raro, miraba al rincón de la tribuna adonde iba con mis amigos. Ese cambio me impactó".En su familia todos eran hinchas de River. Inclusive su papá, también llamado René, apertura del club Olivos. "A mí también me gustaba el rugby. Pero un día me rompí un tobillo jugando para Pueyrredón una final intercolegial. Y Carlos Peucelle, entonces entrenador de la novena, me puso entre la espada y la pared. Y yo quería ser jugador de fútbol".
Qué buen material, Marcelo. No conocía esa anécdota de Daulte. Eran otros tiempos. Hace poco José Carbone, un ex delantero que sólo jugó en River en 1960 (subcampeón), me comentó que una vuelta Boca lo tentó y lo quiso incorporar, pero se negó a ir porque prevaleció su fanatismo por River. Hoy se podría esperar una conducta así de Ortega o de Gallardo, a lo sumo, en nuestro actual equipo.
ResponderEliminarSaludos
Gustavo
¡Que lindo blog!. ¡Te felicito, Marcelo! Soy del `63 y me trae entrañables recuerdos.
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